Llega un borrachito, más folclórico imposible, a las 5 de la mañana y la mujer le dice:
– ¡Manolooooo!, ¿qué horas son estas de llegar?
Y el hombre contesta:
– ¿Quién dijo que ya llegué?, si sólo vine por la guitarra.
Llega un borrachito, más folclórico imposible, a las 5 de la mañana y la mujer le dice:
– ¡Manolooooo!, ¿qué horas son estas de llegar?
Y el hombre contesta:
– ¿Quién dijo que ya llegué?, si sólo vine por la guitarra.